El enjambrazón es un comportamiento natural de las colonias de abejas, que ocurre cuando una colonia está lo suficientemente fuerte y próspera como para dividirse y formar una nueva colonia. Hay varias razones por las que las colonias de abejas pueden enjambrar:
Superpoblación: Cuando una colonia de abejas se vuelve demasiado grande para su espacio disponible en la colmena, las abejas pueden decidir dividirse en dos o más grupos para buscar un nuevo lugar para establecerse. Esto sucede principalmente en primavera y principios del verano, cuando la población de abejas alcanza su punto máximo.
Instinto de supervivencia: El enjambrazón es una estrategia de supervivencia natural para las abejas. Al dividirse y formar una nueva colonia, están creando una reserva de genes y asegurando la continuidad de la colonia en caso de que la colonia madre enfrente algún problema, como enfermedades o depredadores.
Condiciones ambientales: Factores como la disponibilidad de recursos (néctar y polen), la temperatura y la luz solar pueden influir en el enjambrazón. Las abejas pueden enjambrar en respuesta a cambios en estas condiciones ambientales, buscando lugares más adecuados para construir una nueva colmena.
Edad de la reina: Las reinas de abejas tienen una vida útil limitada, y cuando la reina madre envejece o se debilita, la colonia puede decidir criar una nueva reina y enjambrar para iniciar una nueva colonia con una reina joven y saludable.
Condiciones de la colmena: Factores como la congestión, la ventilación inadecuada o la acumulación de miel y polen en exceso pueden inducir el enjambrazón. Las abejas pueden interpretar estas condiciones como una señal de que es hora de buscar un nuevo hogar.
En resumen, el enjambrazón es un comportamiento natural y necesario para la supervivencia y la propagación de las colonias de abejas. Es una forma en que las abejas se adaptan y aseguran su supervivencia en su entorno cambiante.
